Si, como podeis ver en el cartel he tenido mi segundo encuentro con Carlos de Inglaterra después del acontecimiento real español del milenio (dicese boda real). Esta vez ha sido más corto y menos intenso porque en el patio de armas ya debía estar bebidillo y saludó al público y todo. En esta ocasión fue a la presentación de una película que patrocinaba su Asociación ¿no gubernamental? De caridad de la mano de su ahora esposa Camila.
La decepción de la multitud y los pitidos se hicieron patentes cuando el fabuloso Rolls Royce aparcó en la puerta del cine en lugar de la zona de llegadas y ambos bajaron metiendose en la sala sin siquiera posar para la prensa por “razones de seguridad”. Es decir, que más que verlo todos lo intuímos. Lo cachondo del tema es que luego salió al día siguiente un menda en el telediario que se había colado en el estreno y había acabado al lado del Principe sin tener ni entrada ni nada. Muchas gracias Carlos, al menos si lo haces la próxima vez no hagas el ridiculo y al menos saluda a tus subditos. Ea!
ANA
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