El hecho es que es lógico pensar que si hay una desgracia natural yo esté cerca. Obviamente si habeis visto las noticias sabreis que un tornado asoló el norte de Londres. Agradezco a todos mis amigos que NADIE se preocupara de mi estado físico tras la catastrofe. Os jodeis todos que no me ha pasado nada.
Os cuento. A las 10 de la mañana hacía un día precioso así que decidimos ir con los niños al parque. Es decir yo fui con los niños al parque. En plena apoteosis de mandarinas el cielo se puso de color naranja de repente. Aquí cuando el tiempo hace algo raro de repente siempre es malo. Así que decidí escampar con los niños que iban pisando huevos porque no les apetecía andar. En el preciso momento que salimos del parque el cielo se volvió negro. En realidad no hubo transición de naranja pasó a negro en 1 segundo. Eso asusta. Se hizo de noche. Entonces mi preocupación era que los niños corriesen porque empezó a diluviar como si Noe estuviese otra vez con la dichosa barca.
A los dos minutos estabamos resguardandonos de la lluvia bajo techo mientras las nubes ya no eran negras, ahora tenían espiralitas que bajaban hacia el suelo. Como ningún niño salió volando y el tiempo en Londres es así esperamos a que dejara de llover. En un minuto de caer agua de forma desproporcionada pasó a sol luminoso con vientecillo.
No fue hasta la tarde cuando descubrimos por la tele que había sido un tornado que se había cargado el barrio de al lado. Moraleja: si los niños no andan la próxima vez se les abandona.
ANA
1 comentario:
uyyyy, Isa no se habia enterado de nada de eso... si no te hubiese llamado, aunque tengo una carta que dice que no te llame a no ser que sea para decirte no se que de ser tia... y como aun no lo eres... pero bueno, me alegro que estes bien, que lo sepas.
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