El miercoles 13 no fui a trabajar. Tenía “más altos propositos” para la mañana así que opté por ponerme mala. La versión oficial es que vomité toda la noche. Pasé la mañana acosando y por la tarde fui a ver a Oliver Stone. Dentro del auditorio empecé a encontrarme mal. Pensé que la culpa era del señor que tenía al lado que apestaba.
A la salida la cosa no mejoró, pasee un poco por el río para despejarme pero seguía mal. Me metí en el metro y a la mitad de camino me bajé para salir a la calle. Según doblé la primera esquina me puse a vomitar como una descosida cosa que jamás me había sucedido. Huí en el primer metro muerta de vergüenza aunque no me vió nadie. Una parada más trade me volví a bajar del metro mareadísima. Esta vez me senté y parece que pasó un poco. De repente me acordé de una película llamada TUBE TALES que son historias que suceden en le metro de londres. Me sentí identificada. En una de ellas una mujer que está muy buena (esa es la parte en la que me identifico) se pone a vomitar como una posesa (es esa es la parte real). La cosa es que antes de llegar a cadem tuve que pedir una bolsa a la gente que me rodeaba para no quedar muy mal. Todo el mundo me señalaba diciendo que la juventud bebe mucho (razón equivocada). En Archway antes de salir dejé otro pedacito de mi. Y la noche no mejoró. Al final efectivamente me puse mala.
Anecdoticamente en el plazo de una semana todos los niños de la asa se pusieron malos. La noche en que “supuestamente” yo estaba enferma una de las madres lo estuvi así que aunque todos piensn que soy la fuente de todos los virus en realidad soy una pobre contagiad más... ¿Anecdótico?
ANA
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