Quedamos el sábado a la orilla del río a las dos de la tarde, en frente del Aquarius, al más puro estilo Closer pero sin que nos acose Clive Owen. Íbamos a ver literalmente: “algo que hay a la orilla del río en el riverside”, palabras de Rocio. Lo que había eran dos cosas, por una parte un Mercado Francés donde vendían desde relojes a regalices. Lo otro era una Feria de Medioambiente donde cumplimos nuestro sueño de robar más lapiceros y acariciar a la versión inglesa de Platero (llamado Silvero, claramente) Desgraciadamente a Sonia no le gustan os animales que potencialmente tengan pulgas, moscas y no sólo se negó a acariciar a Silvero si no que decidió eliminar contacto físico con todo aquel que lo hubiese tenido cerca al pobre animal. Como el día no hacía más que mejorar optamos por intentar dar una vuelta en barco, el problema es que la concepción técnica de tiempo para dar vuelta en barco no es la misma en Inglaterra que en el resto del mundo y el último bote se había ido a eso de las 4 de la tarde. Optamos por intentarlo al día siguiente si seguíamos teniendo estos luminosos días y para acabar la tarde nos tiramos en Regents Park a tomar el sol junto con toda la población inglesa que tiene la misma original idea cada día bueno que hace. Juanjo nos obsequió con una demostración de cómo quedarse dormido nada más sentarse, su novia decidió quitarse toda la ropa que pudo y compartirlo con el resto del parque agitando las medias en señal de protesta por la mujer trabajadora y oprimida por los pantys.
Efectivamente después de dormir poco y mal como siempre (unas por enfermedad perpetua y otra por Babysittings varios) a las 11 estábamos en la estación de Embarkment con nuestra ropa más veraniega para ir a Greenwich. Cumplido el sueño de ver el autentico meridiano cero y comiendo de extranjis los bocatas en el MacDonalds acabamos el paseo por Canary buscando el supersemáforo.
¡Ah! Y algunos acabamos hasta morenos... Aunque ya se sabe que la cabeza de Juanjo es la que siempre coge lo mejor: los golpes, el color rojo, etc, etc.
1 comentario:
Te contaré un secreto, en realidad es una escultura, pero nos sirve para poder seguir diciendo que los ingleses son raros
Sonia
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