18.6.06

10 DE JUNIO DE 2006 (TAMBIÉN). ARGENTINA VS. QUÉ MÁS DA

Pues sí, mientras Ana y Rocío estaban quemando su endodermis y Juanjo estaba haciendo vete a saber qué, yo decidí acompañar a Valeria a conocer una nueva dimesión. Estar rodeada de 150 argentinos mientras están viendo un partido del mundial de su selección. Lugar, un bote-bar en el río Támesis.
Yo sólo tenía una premisa, “no abrir la boca”. Aunque el “Pero querido, qué bueno que vinitte, vitte” lo tenía perfeccionado, era mejor que ni lo intentara, se me notaba demasiado que del mismo Buenos Aires no era. Sobre todo cuando quise mandar al carajo a uno que quería que nos paráramos. Vamos a ver, si yo estoy sentada en el suelo sin moverme, ya no me puedo estar más quieta. Ah, vale. Que pararse significa levantarse. Me dejé el diccionario en casa. Un grupito de personas que estaban paradas protestaban porque otro grupito estábamos en el suelo. Decían que así ocupábamos más espacio. Nosotros, bueno yo no, les hacíamos entender que si nos poníamos todos de pie los de delante tapaban la pantalla. Cuando uno de los insurgentes nos gritó “pero párense, no sean boludos, ¿qué pagaron, platea?”, un “amigo” de Val se levantó, no con ánimo de pegarle, simplemente para ponerse delante de él y no dejarle ver. El paisano viendo que el boludo era él decidió cambiar de pantalla de televisión y subirse a la cubierta.
Más o menos fue como me lo esperaba, gente dando botes al grito de “quien no salta es un inglés”, llegando al delirio cuando por dos veces enfocaron a Maradona, y llamando hijo de puta al árbitro, eso es igual en cualquier acento.
Cosas que aprendí: que la hija de Maradona está gorda y Claudia se mete más que él; que no es bueno estar sentada en el suelo cuando Argentina mete gol; que soy capaz de soportar por dos veces el peso de Valeria cayéndose encima mío; que los barcos aunque están anclados se siguen balanceando y mi cerebro no se desplaza dentro de mi cráneo a la misma velocidad que el barco se balancea.
Lo mejor, cuando anularon el gol de Argentina casi al final del partido y nadie se enteró hasta pasados dos minutos. No ha subido al marcador, “pero qué bonita celebración”.
Acabé sudando, dolorida, asfixiada, pisoteada y retorcida. Pero menos mal que ganó Argentina.

P.D. España también ganó.


Sonia

1 comentario:

Anónimo dijo...

y no hay un barco de españoles????