DÍA DE LA CREACIÓN.

Al principio no existía nada, solamente oscuridad. Y fue entonces cuando Dios creó a Daniel Radcliffe. “Génesis” según Ana.

Ana ha decidido que me echa de menos y ha venido a hacerme una visita por dos días (Bueno, en realidad ha venido a ver una obra de teatro y hemos hecho un intercambio, ella dormía en mi suelo y se llevaba parte de mi equipaje. Trato justo, no?). ANA: No duermo en el suelo por miedo a las ratas. ¿vale?

¿A qué se debe la nueva era? A “Equus”, una obra de teatro protagonizada por el niño y repito niño, que aún es menor, de 17 años Daniel Radcliffe, el de Harry Potter. El caso es que Ana quería ver la obra y aquí que se vino el martes. Y qué es lo que solía hacer cuando estaba en Londres pues ir a premieres. Y justo, el día que ella vino hubo premiere. Por una vez desde Alien Autopsy decidí unirme a ella. Si había suerte vería a Darth Vader, Hayden Christialgo, que total, a quién le importa cómo se llama es Darth en niñato y punto.

El caso es que suerte, suerte no sabemos si hubo. Vimos a Sienna Miller, la parece definitivamente ex de Jude Law que ahora se ha enrollado con Lindsay Lohan que acaba de salir de rehabilitación y va y atropella a un fotógrafo el mismo día que su padre salía de la cárcel por hacer lo mismo. (A mi me han dicho que lea periódicos y yo lo hago. Que especifiquen que el Daily mirror no vale). Venga va, suerte hubo, porque aunque estuvimos un rato esperando a que viniera mientras nos quejábamos de nuestra existencia, decidimos marcharnos antes de que llegaran todos y al parecer él nunca llegó.

Había que irse, teníamos dos objetivos definidos:
1-. Comprar de una maldita vez el DVD de Il Divo, que sigue sin ser comprado
2-. Ir a hacer el gilipollas a la salida trasera del teatro donde se representa Equus para que Harry firmara a Ana los programas de la obra.

Una fuente definitivamente no fidedigna nos dijo que aunque la obra acababa a las 10, ya había gente haciendo cola desde las 7, así que como tontas del culo nos pasamos 3 horas esperando a que el niño saliera, nosotras, 4 inglesas histéricas y un pedófilo de 50 años que no ha visto ni una sola vez la obra, pero que va todos los días a que Daniel le firme. Momento de aclarar que Harry se desnuda durante los últimos minutos de la obra.

Durante esas tres horas hubo tiempo de escuchar los comentarios estúpidos de las inglesas y sus osos de peluche, de ver el histerismo de una de ellas que no dejaba de temblar, de ver babear al pedófilo, de ver si conocíamos a alguien de los que salían del puticlub que había enfrente del teatro, o del bar gay (en el soho). Y encontrarnos, sí que nos encontramos con alguien. Pregunta de Trivial ¿cuántos habitantes tiene Londres? 7 millones y medio. ¿Cuántas posibilidades tienes de encontrarte con alguien que ni siquiera vive allí? La leche por lo menos. ¿Y a quién nos encontramos? Bea lo sabe. A SEB, el de Il Divo, y yo sin mi maldito DVD que me firmara y con estos pelos.

Ana, que se los encuentra a todos, lo vio, y al grito de Seb, es seb, sí, eh seb, seb, SEEEEEEEEEEEEEEB, el tío, más asustado que sorprendido, se paró a ver qué queríamos venderle. Como íbamos bien equipadas para fotografiar a Harry sacamos las cámaras. El muy cabrón no miraba a cámara, se limitaba a mirarnos fijamente con esos ojitos verdes con destellos dorados que se clavaban en el alma. (Este comentario va dirigido a todos aquellos que nos critican por no habernos sacado la foto mirando a cámara. Panda de envidiosos). No tengo ni idea de qué conversación mantuvieron Ana y él porque yo estaba más interesada en fijarme en la bolsa rosa con la cajita verde oscuro que llevaba paseando por el SOHO. Pero cuando se puso a hacerse la foto conmigo nos pregunto de dónde éramos. Espain, por supuesto. Y en un no perfecto castellano dijo que no hablaba mucho español y que quería aprender. Sí, claro, lo lleva listo. Ya aprenderás, le dije. O es que esperaba que le diera clases particulares de gratis. Vamos hombre, estos gabachos son todos iguales. Aunque éste está muy bueno. Cuando terminamos con las fotos, momento para el autógrafo, Ana que siempre piensa en su hermana decidió que nosotras ya teníamos bastante con las fotos y le pidió un autógrafo expresamente dedicado a Bea. Le preguntamos acerca del tour, no de esa chorrada de concierto en Valencia que nos interesa bien poco, y respuesta, summer. Vamos tío dime algo nuevo. Y nos despedimos hasta mañana, porque sí había un mañana.

A todo esto sólo había pasado media hora desde que estábamos allí, todavía quedaban otras 2 horas y media hasta que saliera el proyecto de hombre. Y el proyecto salió. Al principio no se le veía bien, yo estoy acostumbrada a mirar al frente para ver a las personas, no hacia abajo. No estoy diciendo que sea el diablo, estoy diciendo que Daniel es bajito, un retaco, tan práctico que le puedes llevar en un bolsillo. Pero majo, eso sí. Tampoco estoy diciendo que sea guapo, es majo porque se enrolló y estuvo un rato firmando.

Pero para guapo, guapo, Will Kemp, que apareció en los sueños eróticos de Ana que duraron 10 segundos porque los ronquidos de la nueva compañera de cuarto, también conocida como la Bella Durmiente de Ébano, no la dejaron dormir.

Estábamos hablando de Will, que yo no sé quién es pero ella sí, pero a ese le dejaría hasta pisarme. Espera un momento, el muy cabrón lo hizo, y luego muy a la inglesa me suelta el excúseme, ni siquiera me pide perdón. Pues que sepas que hoy me duele el pie, y sólo porque a Ana le pones te lo perdono. Vale, a mí también me pones. ANA: Lo que pasa es que a parte de estar muy bueno soy la única persona que ha visto su única peli de protagonista y eso le ha molado.

Nos fuimos a cenar al Tuk Tuk y después a casa, dimos por saco a la gabacha de la parte de Namibia y a eso de la 1 nos acostamos, no sin antes informar al mundo de que habíamos visto a Seb. Y que el mundo en respuesta clavara unas agujas en un muñeco vudú de Ana.