SUPERMAN RETURNS (y Lex también)

Cuando era pequeña mi padre me llevaba todos los días en verano al cine en Villajoyosa. Me tragué Bruce Lee, Charles Bronsons, Chuck Norris, James Bonds de todo tipo, pelis de puñetazos y karate, las primeras de Jean-Claude Van Damme, ET,... y claro, algún que otro Superman. Por que, seamos sinceros, Superman es para verlo con pipas en un cine de verano.

Mi papá un día antes de este acontecimiento se llevó el sólo en la playa a ver la nueva de Superman. No me llevó porque últimamente me llevo yo sola o en todo caso lo llevo a él. No le ha gustado nada. Eso es porque Superman es como Bond, Batman o como El Santo. Sólo hay y habrá uno. De todas formas el destino es curioso y dado que en mi estancia en Londres estoy regresando a la infancia absoluta Ana estaba en Picadilly el 13 de Julio para ver la llegada de Superman y Lex Lutor. Como fan de Smallville (esto lo sabe bien María) juré fidelidad a Michael Rossembaud (si, es la única calva que quiero lamer con lascivia absoluta y le soy fiel a pesar de los acontecimientos de este día).

Cuando llegué vi la plaza llena hasta los topes y todos los accesos cerrados me resigné a intentar sacar fotos sobre las cabezas de la gente. Menos da una piedra, ¿no? Mi sorpresa fue muy grata cuando Superman (Brandon para los colegas) se empezó a pasear por todo la fila firmando autógrafos por todas partes donde veía su cara. El destino y las revistas y periódicos gratuitos de Londres quiso que tuviese una preciosa foto suya en la que estampó la firma diciéndome:

“THANK YOU!”, momento que aprovecho para tocarlo lo más que puedo. Iba a quedar fatal si le decía “Te deseo” pero lo pensé. No es mi Superman pero la verdad es que guapo es un rato largo. Ana sufre un semiataque de histeria a la española, resultado del cual empieza a comentar en voz alta consigo misma el momento: “He tocado a Superman”.

Bien, dado que Kevin Spacey (como Bea lo denomina “OSCAR”) e había ido a la prensa directamente la resignación me lleva a gritar a un tal Bryan muy mono vestido con chándal a quien todos piden fotos y autógrafos. Luego en mi casa descubrí que en realidad es uno de mi ídolos. Director de Sospechosos Habituales y X-Men 1 y 2. El hecho es que obviamente y a base de saltar sobre ingleses estampó la firma de rigor sobre otro periódico (más que nada por no liarme con tanto autógrafo).

Estaba recuperándome del Shock cuando veo como Kevin se dirije hacia mí boli en mano y decide irse más a la derecha firmando sólo a poca gente. Plan de emergencia...

“I LOVE YOU!!” Blandiendo el objeto a firmar. Creo que por su cabeza pasó la siguiente reflexión: “Pobrecita, con lo viejo y gay que soy... ¡Cómo está esta juventud!”. Firma y deseos de que veamos la película largándose como un rayo de rápido hacia la prensa de nuevo.

Cuando pensábamos que había acabado ya todo Bryan Singer aparece haciendo un Sprint para sacarse una foto con un ser vivo que le gritaba desgañitándose. El guardaespaldas lo mira mal cuando e da la cámara y el móvil para que les tire la foto. Se queda ojoplático.

Ya no hay mucho más que ver. Al parecer la chica de la peli debió estar allí también, yo no la vi. Quizás estaba ocupada tocando músculos o declarando mi amor a gente gay.

Por dar la vuelta y sacar las fotos de rigor me pongo detrás de la zona de prensa y cuando empiezan a desmontar el chiringuito veo la luz. Quiero un cartel grandote. No lo quiero en realidad lo necesito. Se lo pido a un operario que me deja elegir el que quiera y lo corta con el cuter para que quede entero. Cartel bajo el brazo, con 150 fotos y autógrafos a buen recaudo (pero sin el pantalón que había ido a comprar) vuelvo a casa pensando que mi amada compañera de cuarto me va a matar cuando me vea aparecer con la nueva decoración.

ANA