CAPITULO 1
Lo prometido es deuda y,por lo tanto, hemos decidido dedicar un perfil entero, extenso y ajeno a toda realidad humana, al inigualable Sr. M, mejor conocido como el Increíble e Italianísimo Hombre Calzoncillo (en adelante IHIC).
Le toca a Valeria relatar el modo en el cual este individuo irrumpió en nuestras vidas. “Como todos tenemos cosas de que avergonzarnos, no daré mayores detalles al respecto”. Nos limitaremos a decir que se presento como “un amigo de los amigos de Vale Rossi”, frase matadora que le abrió las puertas de su corazon. Todo esto resultaría con el tiempo una farsa mas grande que los poderes futbolísticos de David Beckham.
La necesidad tiene cara de hereje
Se acercaba el gran premio de Gran Bretaña, con las entradas ya compradas, y, dado que, el carnet tercermundista argentino no nos permitía alquilar un maldito coche en este grandioso país, la urgencia por conseguir un conductor nos introdujo en un capitulo de Expedientes X (Codigo X para nuestros lectores argentos).
Con una baja en nuestro equipo titular y una entrada de sobra, y teniendo en cuenta nuestra agenda de contactos sociales con carnet ingles, nuestras opciones estaban limitadas. La alternativa era:
1-llamar a David Beckham y pedirle permiso a su señora esposa que nos lo prestara por un fin de semana (opción descartada, Inglaterra estaba AUN jugando la copa del mundo...aclaración de las autoras INGLATERRA YA HA VUELTO A CASA)
2-llamar al piloto de moto retirado e invitarlo a usar la entrada sobrante a cambio de sus servicios.
Los preparativos. 30 Junio 2006
Como unas nacen con estrella y otras estrelladas, la buena suerte hizo que Valeria estuviera felizmente trabajando cuando Ana tuvo que encontrarse en la estación de Angel (que solo hay una) con el asesor de las rutas de autobuses de todo Londres. La tarea no era sencilla: había que recoger el coche y hacer las compras de las provisiones alimenticias para el fin de semana.
La chica de la agencia, que ahora esta en terapia, tuvo que aguantar que cambiásemos de idea sobre el coche y el seguro 4 veces. Solucionando las discrepancias con la tarjeta de crédito de Ana, finalmente nos dio por el mismo precio un coche de 5 puertas, aire acondicionado y CD con mando al volante (de lo cual nos arrepentiríamos toda la vida).
Llegamos a casa del Sr M no sin antes pitar a 3 coches por el camino y aguantar una risita nerviosa diciendo “avviamo la macchina!”. Las compras fueron realizadas en Tesco, por supuesto, donde Ana presencio una visita guiada a todos los productos económicos que el IHIC consume diariamente para no afectar su presupuesto (estamos hablando de una persona que, a los 30 años, ya vive de rentas). Ana, sin conocer las dimensiones exageradas del estomago italiano, pensó que la comida seria demasiada.
1 julio 2006
2.30 am- Resuenan los motores
Nos levantamos, tal lo acordado, a la irrisoria hora de las 2.30 am, para salir a las 3, ilesas de un cotidiano incidente en la cocina de casa con Maria (la “jefa” de la casa) que se había `puesto a limpiar en ese momento impidiendo a Germain cenar que llegaba del trabajo y a Valeria calentar el agua del mate. El coche con su gallardo caballero debía recogernos a las 3 en punto en la estación de Archway. A las 3.10 realizamos la primera llamada para conocer el paradero de nuestro rocinante. Dos minutos más tarde, estábamos escuchando su bocina, a modo “ganamos el mundial” para deleite de toda la vecindad.
3.20 am - Se abre la caja de Pandora
Aparcando el coche a mitad de la calle, y en un estado evidente de sobreexitacion, contrastado con nuestro sueño y nuestro humor después de la confronta domestica, nos enseño eufórico el resultado de largas horas de trabajo gracias a la cual había llenado TODO el maletero dejándonos un ínfimo lugar para nuestros pequeños bolsos.
Empezó a hacer un tour guiado, a modo inventario, por las inmensidades del maletero, explicando cada mínimo detalle sobre el proceso de congelamiento de las botellas de agua de Tesco y las Coca Colas (ver capitulo aparte).
Con un argentinísimo gesto, Valeria interrumpió el monologo sheakespiriano y sugirió abruptamente que subiéramos al coche y nos fuéramos de una puta vez.
Se hizo el silencio. La única participación de Sr. M en todo el viaje fue boicotear la música del coche, bajando el volumen desde el mando al volante y suplicando ocasionalmente que le dejáramos poner FM Heart (la radio Gay por excelencia de Inglaterra que solo pasa música romántica de los 80).
Tras tres paradas técnicas para mear, tomar agua y estirar las piernas (algo lógico en un viaje de dos horas), llegamos a Donnington Park con la intención de garronear la entrada y entrar gratis a las pruebas libres del sábado. No fue posible.
7 am - Duelo de titanes
De vuelta en el coche se decidió unilateralmente que seria una genial idea dormir dos horas en el vehículo y visitar el museo de motos antiguas, que, por supuesto era gratis. Desgraciadamente, y aprovechando que el se encontraba en el proceso de llevarnos dos sándwich de ventaja, le hicimos comprender que no era una buena idea. Su ráfaga fugaz de buen humor se desvaneció y todo termino en una bronca monumental, alimentada por viejos rencores, entre los dos exproyecto de futura pareja (lease, Sr. M vs Valeria).
La solución fue tan simple como que Valeria cambio de sitio en el coche, y se fue poniendo trompa al asiento trasero, dejando a Ana el privilegio de escuchar las apasionantes observaciones de todas las motos a nuestro alrededor que encontramos camino a Nottingham (destino elegido, unilateralmente, pero del otro lateral esta vez; en adelante “Bando A”) con sus correspondientes bocinazos para nuestra vergüenza.
7.45 am - Operación rueda
la ruta nunca fue un lugar seguro para los conductores precavidos. A pesar de la escalofriante velocidad de 50 km/hora, el IHIC consiguió rozar mínimamente la rueda delantera izquierda de la nave contra el cordón (en español, bordillo). Mientras el Bando A no le dio importancia al asunto, el Bando B, consistente de un solo integrante y sus múltiples personalidades (al mejor estilo Juana y sus hermanas) estacionÓ en medio de la nada y bajo a inspeccionar la magnitud del incidente. Ante la gravedad del hecho solicito al único miembro del Bando A con quien se dirigía la palabra que le facilitara el rollo de cocina y el agua de Tesco. Después de hacer entrega y con total perplejidad observamos que el individuo se agacho hacia el suelo y comenzó a limpiar compulsivamente la marca que el golpe había dejado en la rueda.
TO BE COTINUED....
No hay comentarios:
Publicar un comentario